Hay veces que lo emocionante del juego no está en el terreno de juego.
Por eso resulta tan interesante el fenómeno de los estadios, e implica un estudio sociológico aparte. Un objetivo común, un buen cotorreo, quizás un bonito escote, una multitud y una euforia.
Eso sí, estos prestan tanta atención como en un juego entre el Atlante y los Tecos. (Ya sé. Exageré en la asistencia).
Updated 24/07/07 P.D. Me mata de risa cada vez que lo veo y lo vuelvo a ver. Sobre todo el tipo poniendo cara de "on toy... qué paso, de qué me perdí" cuando se despierta.
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