jueves, julio 19, 2007

Marketing agreste

Tenía tiempo buscando esta nota, que El País publicó cerca de un año ha.

Y eso... que ya me la encontré.


La policía detiene en Badalona a un hombre por vender droga a menores con publicidad que repartía cerca de un instituto.

Nada mejor que una buena campaña de publicidad -directa, precisa, sencilla- para ampliar horizontes en el siempre difícil mercado del trapicheo. Es lo que debió de pensar Marcos R. I., de 32 años, cuando decidió empezar a repartir folletos por el barrio de Sant Roc de Badalona. En los papeles, escritos a mano y con caligrafía infantil, este hombre ofrecía a los potenciales clientes su producto estrella: "Costo del gueno". Traducido: hachís de calidad.






Una traducción cercana (luego de consultar con un sobrino de 7 años) puede ser:

Costo del bueno.

Vendo costo de buena calidad a chavales enrollados, y no venir los menores.

Esperar en la ventana detrás de mi casa, en los bancos de sentarse (digo, porque hay bancos para transferencias financieras, especificando. Y aparte hay caaada menso).

No llamar la atención o no les vendo ni mais.

Pueden silbar o llamarme (por si no saben chiflar) y salgo por la ventana (puertas pa' que las quiero!).

Me llamo *******. Vale 20 euros la barrita también.

Planos:


(En los planos claramente vemos lo bancos de asentarse, una flecha señalando la bentana y también el tituto donde estudian los chabale rrollao).


Pues resulta que aunque ya algunos habían visto estos singulares flyers nadie los había tomado en serio (con excepción de los enrolla'os). Es más, ni los habían podido descifrar. Y justamente eso era lo que había hecho que se corriera la voz de la ubicación de este patígrafo dealer.

Huelga decir que, además, se convirtieron en posesiones de culto... pa' los que les alcanzó volante.

Me muero por imaginar lo que estará dibujando Marcos R. I. en las paredes de su gélida celda.

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