No, los exvotos son esos retablos que la gente coloca en las iglesias para agradecer los favores recibidos por alguna figura religiosa. En ellos se describe el milagro ocurrido y a veces una ilustración revive los hechos.
Muy típica de la cultura mexicana, y mejor dicho, conjugada con la cultura mexicana, podemos encontrar maravillas de arte y humor involuntario en versión popular.
Los exvotos mexicanos tienen peculiaridades tales como agradecer cualquier favor, por mínimo que sea: "Le agradesco a la birjencita porque mi hijo si pudió pasar pal otro lado y que el coyote no lo tranció", "Gracias a Santotoribio porque mi abue siempre no se murió en la operasión de estirpacción de uñas que le hisieron" y perlas por el estilo, repletas de faltas de ortografía y con una estética hiper kitsch en los dibujos.
Por eso, cuando me encontré con El Crayolas, no pude menos que alabar su incisivo sentido del humor, parodiando esa valorada capacidad de agradecimiento en unas singulares viñetas.
El Crayolas no deja mono con cabeza. Se burla con morbo, con lujuria, con acendrado conocimiento de los valores católicos mexicanos, y sobre todo, de lo vacuo que resulta el sentimiento borreguil del fanatismo ideológico. Y de paso, lo hace con un magistral sentido del humor.
He aquí, leyentes, a www.elcrayolas.com
¡Aplausos!
Diosito Jesucristo, muchas gracias te ofrezco por ser tan bueno conmigo que siempre estas en la pared biendome y cuidandome con tu piel tan blanca y suabesita con tu cavello largo todo sudadito y tu sangre resvalandote por tu avdomen que siempre me recuerda todo lo que te ago sufrir y lo bueno que tu eres conmigo. Grasias y aqui esta tu ciervo esperando tu benida.
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